La mujer más significativa en mi vida personal ha sido sin duda alguna mi abuela materna. Ella fue una persona que nació con el siglo XX en 1901 y que lo superó ya que falleció en 2005. Lo que más admiraba de ella era su capacidad de superación y de adaptación. Sufrió las consecuencias de ser mujer, a la que su familia educó pero impidió trabajar (era maestra), enviudó durante la guerra civil y luchó para sacar adelante a su hija. Recuerdo con añoranza cuando nos contaba su vida de niña, la primera vez que pudo leer a escondidas un libro que hablaba de sexo ( con ayuda de un diccionario porque no entendía nada) o el enorme susto que llevó la primera vez que notó como el bebé se movía en su vientre cuando estaba embarazada. Mujer fuerte e inteligente siempre nos animó a estudiar y trabajar y a no depender de nadie, ella misma se sorprendía de su capacidad de adaptación y comentaba:
¡Quién me iba a decir a mi que me iba a volver tan moderna!, ¡si ya hasta me da igual que se casen o no se casen, que se separen, que se divorcien y hasta que tengan parejas del mismo sexo !, sin duda una lección de igualdad que aún debemos aprender muchos.
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